Se cumplen 50 años de la saga del mítico agente secreto
británico James Bond, al servicio de su majestad la Reina y con licencia para
matar. Con motivo de este aniversario, varios canales de televisión emiten algunas
de las cintas de la serie y la casa de subastas Christie´s organiza una venta
especial, previa exposición, con objetos pertenecientes al agente secreto más
cinematográfico del MI6. Hay toda una cultura en torno al personaje; quién no
conoce el Aston Martin que conduce en muchas de sus aventuras, o su bebida, el Martini
con vodka mezclado pero no agitado, así como coleccionistas de todo el mundo
que codician objetos vinculados a la saga.
La primera novela de su autor, Ian Fleming (Londres, 28 de Mayo de 1908 - Carterbury, 12 de agosto de 1964), titulada Casino Royale, fue escrita en 1952, dando lugar a la saga que, poco
tiempo después, fue adaptada, primero a televisión, y después al cine. La saga
cinematográfica fue inaugurada por la cinta que lleva por título James Bond
contra el Dr. No (1962) y se cierra, a día de hoy, con Skyfall (2012), sumando
un total de 25 títulos, todo un mito para la historia del cine.
Me confieso un seguidor de las aventuras del personaje creado
por Ian Fleming, historias que transcurren en lugares y espacios fascinantes.
El comandante Bond, un seductor empedernido, lleva a cabo sus misiones rodeado
de lujo y mujeres espectaculares, esta última faceta muy criticada por algunos
sectores, algo en lo que no voy a entrar. Las grandes firmas se ponen al
servicio de James Bond, quien se convierte en un referente de la moda y el lujo
en general, y las artes decorativas están muy presentes en la puesta en escena
de sus aventuras.
Empezando por Dr. No, mítica por, ente otras cosas, la salida
del agua de Ursula Andrees, primera chica Bond, quisiera destacar la
impresionante recreación de la guarida del villano, a cargo de Ken Adam,
responsable de los interiores de otros títulos de la serie como Goldfinger, La
espía que me amó o Moonraker. Al igual que Bond, a sus enemigos les gusta vivir
rodeados de lujo y, en el caso del Dr. No, éste vive en un entorno ultramoderno,
con la más alta tecnología del momento, todo ello combinado con objetos de arte
y antigüedades de alta época, como tapices y mobiliario de los siglos XVI y
XVII. Adam practica un eclecticismo
totalmente contemporáneo, estilo muy presente en sus creaciones, donde, por
ejemplo, combina una Silla Barcelona con una silla de brazos italiana del siglo
XVII en un mismo ambiente, trabajo por el que fue reconocido, colaborando en
muchos más proyectos como 2001: Odisea en el espacio y Barry Lyndon, esta
última otro referente para mí, ambas de Kubrick.
Secuencia donde James Bond conoce al Dr. No.
A la izquierda boceto de Ken Adam para el Dr. No y a la derecha puesta en escena del diseño de Adam.
Boceto de Ken Adam para Goldfinger y secuencia de la película.
En Moonraker (1979), donde James Bond se pasea por Venecia en
una góndola tuneada, el villano perturbado de turno tiene su centro de
operaciones en el Château de Vaux-le-Vicomte, palacio francés de estilo barroco del siglo XVII construido para el intendente de finanzas de Luis XIV, Nicolás Fouquet, quien contrató a los mejores artistas de la época para la edificación, el arquitecto Luis Le Vau, el pintor Charles Le Brun y el paisajista André Le Nôtre, artífices que poco después
llevaron a cabo el palacio de Versalles. Las estancias se vistieron con tapices
de Gobelinos y mobiliario de Boulle, toda una exhibición de las artes
decorativas francesas del siglo XVII al más alto nivel. Siguiendo en Francia,
otro mítico château, en esta ocasión el de Chantilly, sirve de residencia al
enemigo de Bond en Panorama para matar (1985).
Vista exterior de la fachada principal del castillo de Vaux-le-Vicomte e imágenes del interior, destacando el escritorio de seis patas realizado por Boulle, igual que la pareja de cómodas de la imagen de la derecha.
Parte de la la trama de Octopussy (1983) se desarrolla en la
India, para lo que el equipo artístico de la producción recrea interiores
inspirados en el lujo y exotismo orientales. El argumento gira en torno a un
Huevo Fabergé que es subastado en Londres. Esto supuso para mí el conocimiento
del famoso joyero al servicio de la familia imperial rusa, Karl Gustavovich Fabergé (30 de mayo de 1846, San Petersburgo - 24 de Septiembre de 1920, Lausana), y las
creaciones en forma de huevo que el Zar regalaba a miembros de la familia
imperial con motivo de la Pascua ortodoxa. Estas creaciones en metales y
piedras preciosas encerraban en su interior motivos relacionados con la familia
del Zar. El huevo que aparece en la cinta guarda como sorpresa un modelo en miniatura de la carroza imperial,
de oro, esmalte y piedras preciosas.
La filmografía del agente 007 daría mucho de qué hablar, por
lo cuidado de su puesta en escena y por lo extenso de la saga en sí, y desde El
diario de Acajou he querido rendir este pequeño homenaje. Os animo a que la
veáis y os fijéis en esos pequeños detalles de los que he hablado y en otros
muchos más.
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